3 de julio de 2010

Misión Sucre - Cuando la misión la hacen otros.


La Victoria.


Para mí, el comandante presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es un político como hacía mucho tiempo nuestras sociedades no veían. Él tiene muy en claro que la sociedad venezolana, ha vivido años de alienación y discriminación.

Para romper con el modelo cultural, ha incentivado la creación de la Misión Sucre, con el claro objetivo de producir una revolución cultural en tan hermoso país. Revolución que es tan importante, o incluso más importante que los cambios económicos que esta pudiera producir.

Porque la redistribución de la riqueza, no asegura por sí sola la consolidación de nuevos patrones de socialización y cultura. Aquí es donde la educación forma la base y el pilar fundamental, para la transformación del hombre "viejo", alienado y capitalista, en el hombre "nuevo", humanista y socialista.

En una escuela, sencillita, de pueblo, en la localidad de La Victoria, escuela donde los hijos de esta revolución se forman, los niños del último año, han desarrollado una tarea, que sigue estos lineamientos trazados por el comandante y compañero Hugo.

En la misma, han reconstruído los niños, un espacio baldío, en una plaza, con flores, y bancos, instalados por ellos mismos. Con el aporte de las maestras, algunos padres y algunos ciudadanos. La misma ha quedado hermosa, tal es así que funcionarios del CNE, que fueron motivos de su trabajo a ver la escuela, quedaron contentos con el trabajo realizado, muy a tono con las líneas que marca este proceso social y revolucionario..

Sin embargo, y esto es lo que alarma a quien escribe, que de las maestras de la Misión Sucre, ni participaron ni asistieron a esta iniciativa. Estas maestras que deberían ser la punta de lanza del fomento de las líneas discursivas del proyecto planteado por el compañero Chávez, el día que se eligió para dar como fundada la plaza y de paso gratificar el trabajo colectivo realizado por los niños, no participaron del acto.

A tal punto, que los niños quedaron tristes por la "ausencia" inexplicable de las maestras de la Misión Sucre. Pero esto no es todo, sino, que en el mismo establecimiento, la Misión realiza las tareas de formación académica en horario nocturno, donde, las madres llevan a sus hijos. No está mal que así sea, pero los responsables y las propias madres no han tomado los debidos recaudos, ya que la plaza, fue en dos oportunidades dañada, por los niños que juegan ahí, mientras sus madres estudian.

Quien suscribe, apoyo la idea y la fundamento, como un trabajo cooperativo, que permite la formación a tan temprana edad, del que el trabajo colectivo es un elemento importante en dicha formación. Sin embargo, aquellos que deberían dar la nota, no lo han hecho debidamente, y han demostrado una actitud displicente en cuanto al trabajo del colectivo, representado entre los alumnos del ultimo grado de esta escuela de formación básica.

Esto me ha llamado mucho la atención y otras situaciones, muy poco claras del manejo de la Misión Sucre en cuanto a ciertas disposiciones discriminatorias y contrarias al espíritu revolucionario, que estaría tomando la zona educativa del Estado de Aragua; me llevan a pensar que la propia Misión está perdiendo los lineamientos para la cual fué fundada.

A modo de ejemplo, las compañeras de la Misión estan más pendientes de ser nombradas titulares, que de llevar la prédica revolucionaria; tal es así, que por el trabajo que deberían desarrollar, deberían con espíritu reovlucionario participar de las actividades colectivas, como la mencionadas.

Una de las funciones de los misioneros, es el trabajo comunitario, por lo cual las maestras de la Sucre tienen designado dos días a la semana para realizar dicho trabajo. Sin embargo, hasta ahora, nunca le han dedicado a "su" escuela ninguna tarea específica, tal como sí lo han hecho maestras que no pertenecen a la Misión. Su "ausencia" en el acto conmemorativo, donde los niños fueron celebrados por los maestros y autoridades del establecimiento dista mucho que desear.

La actitud, tanto de los que imparten clases a la noche, como de los estudiantes nocturnos de la Misión, descuidando claramente algo que le pertenece a la comunidad, tambien es muy llamativo. 
El hecho que las Misioneras que prestan clases solo esten interesadas, a su vez, en un nombramiento como titulares, en vez de pensar en llevar la enseñanza a los lugares donde no hubiese educadores, tal como lo ha mencionado el compañero Chávez en varias oportunidades, hace pensar que la Misión se parece más a las prácticas de la cuarta república, con su clientelismo político y los nombramientos de maestros con esa prédica.

Esa no debería ser ni por asomo, la sustancia en que se forme la Misión Sucre, y esta Misión, no debe ser contrapartida del viejo método de formación, sino complementarizarlo, para una eventual unificación, entre la experiencia pasada y la nueva. Hay una visión errática, de que los docentes formados fuera de la Sucre, son de formación arcaica y sutilmente "contrarrevolucionarios", olvidándose, a modo de ejemplo, que Aristóbulo Isturiz se formó, como muchos otros revolucionarios en los pedagógicos y universidades. 

Esta posición, de corte corporativista, es aún mas alarmante, ya que contraria totalmente el espíritu transformador y justamente explica, la actitud de algunas misioneras, que están mas interesadas en un "puesto de trabajo estatal", que de llevar la revolución a las aulas.

Publicado el 3 de Julio del 2010, por Victor Dellsen, en CCB.-


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